Las nubes por dentro / Andrés Trapiello
Segueixo amb aquesta sèrie, tot i que amb una mica de mandra, un altre llibre on el mateix autor ens explica el devenir d’un altre any. Un nou nivell del cas de l’autor que està sempre escrivint el mateix llibre, però cal reconèixer que ho fa molt bé, les coses com siguin, Andrés Trapiello sap escriure.
Aquest volum correspon al 1990 i es va publicar (i vull entendre que editar i tot això) el 1995. I com sempre comencem amb la segona part de les festes nadalenques, uns dies que passa fora de Madrid. I la festa de reis, i els nens entrant al dormitori amb els regals.
¿Tiene un hombre derecho a hablar de su felicidad? Es tan rara que ésta ocurra, que no hacerlo sería tan grave como podar un árbol para que no diera fruto.
Habría bastado ese instante, el momento en el que entraron corriendo al dormitorio con los regalos en la mano, para justificar la vida de un hombre. No hay muchas más cosas firmes. Tal vez las habrá más importantes, pero no más firmes ni más puras.
Sí, todo como en los anuncios de la TV. ¿Y qué? Tal vez el principal error de la izquierda intelectual en todo el mundo a partir del 1945 haya sido no sus escandalosos errores y sus sangrientos fracasos respecto de la revolución de los bolchevís y sus secuaces, sino considerar que la felicidad era reaccionaria. Como el fuego. Como el jabón. Hace unos días uno de Valladolid (ciudad impar), confesaba a unos conocidos que no se lavaba porque eso era burgués. Podría parecer una broma, pero no lo era. Resulta maravilloso tropezarse todavía frases como esa, como sorprender en una ladera verde una vaca pastando.
Si se acepta que la vida es un juego, más o menos serio, y la felicidad la ganancia, no es inaceptable admitir que siempre es mucho más difícil conducirse por ella como un ganador que como un perdedor. Todos sabemos perder, pero son muy pocos los que pueden o saben ganar, lo poco que ganamos, con un mínimo de dignidad y decencia.
Hi trobo alguna diferència amb els altres volums, almenys al principi, una mica menys moments francament brillants però un millor to general. Com si el que es perd en el regat curt ho guanyés fent una marató més consistent. No sé si aquest símil esportiu serveix per la imatge que vull donar.
Un altre dels seus temes que sempre surten és el dels diaris que escriu-llegim, i el sentit que tenen en general i incardinats dins la seva obra. Un tema sobre el que sempre dóna voltes.
Para un escritor lo más difícil es casi siempre saber utilizar el yo, la primera persona, y no parecer un hombre impositivo ni pedante. En el yo el escritor, sin querer, compone la figura, como cuando le retrata la cámara fotográfica, y los más aviesos o experimentados han aprendido incluso la manera de parecer naturales, poses que estudian como los actores.
Lo más difícil de un diario como éste, me parece a mí, tiene que ser el yo.
Creo sinceramente que si pudiera llegar a conocer algunas cosas sin tener que pasar por estas páginas, prescindiría de ellas, pero hay cosas que sólo descubrimos cuando las leemos o cuando las escribimos.
I encara una mica més.
En cierto modo un diario es como llenar un álbum familiar de instantáneas que conciernen únicamente a su propietario y protagonista, y a muy pocos más.

No hay cosa más aburrida que mirar los álbumes familiares de los otros, ya que la privacidad y en cierto modo el secreto de su historia, excluye de su círculo de interés a todos los que no pertenecen a él.
Aquests comentaris són gran part de les disquisicions de Trapiello en aquest llibre, i sobretot al principi sembla més preocupat per aquestes coses mentre la realitat objectiva o les coses que li passen les despatxa de manera telegràfica, i això si ho despatxa.
Luego, antes de despedirnos, hablamos de generalidades, de algunos premios, de algunos chismes, lo mismo que harían dos médicos con asuntos de su profesión, o dos dependientes. Desgranamos media docena de maldades contra esto o aquello, contra éste o aquél. Son comentarios inofensivos. Del mismo género de las que me dedicará cuando hable con sus amigos. Del mismo género de las que le dedicaré yo hablando con los míos, satisfechos los dos, o mejor, tranquilos, de que el fruto de nuestro trabajo nos deje indiferentes.
Toda esta simetría va poniéndome un poco triste. ¿Es necesario representarla? ¿No sería preferible terminarla de una vez?
En el fondo, nos decimos, esto es la vida literaria. Pero sabemos que la vida o es vida o es literaria.

També trobem comentaris sobre política, sense mullar-se excessivament, o sí, tot depén del que es consideri mullar-se. També cal pensar en el moment, era el 1990, i a part les coses que van passar el món i el país encara era tot un altre.
Si los programas de izquierdas pudieran llevarlos a cabo las personas de derechas, este país mejoraría, pero una afirmación como ésta es suficiente para que piensen, las izquierdas y las derechas, que uno es tonto de baba, como los aristócratas, pero sin título.
Cuando la gente de izquierdas se junta es porque quiere cambiar las cosas. Cuando se juntan las derechas, es para que sigan como estaban. Es decir, unos tienen todas las de ganar, y otros, las de perder, aunque lo normal es que quienes tienen las de ganar, suelan perder casi siempre, y, por el contrario, los que tienen las de perder, ganan la mayoria de las veces.
En fin. Esto, como se ve, es alta política de casino. Ya me he cansado por hoy. A morirse, y a otra cosa.
De vegades encara li surt aquell regat curd, a mitges entre l’aforisme i la minicolumna.
Me han pedido un “curriculum profesional”. En cuanto lo tuve listo, pensé, he ahí una vida desperdiciada. De todo cuanto en verdad importó, nada ha quedado. Lo que en verdad fue algo, se ha quedado en el camino, entre fecha y fecha, entre libro y libro.

En aquest llibre hi ha una mort, el seu amic V. amb qui va treballar a l’editorial Trieste. Són pàgines colpidores. La mort se’ns va anticipant de manera ferotge i quan arriba no ens sorprén, com tantes vegades, però fa mal igual. Aquí tenim una tristor negra, silenciosa, modesta, castellana però igualment terrible, potser justament per aquest voler passar sense fer escàndol. Possiblement les millors pàgines del llibre, aquelles on arribem més a Trapiello i menys a les seves interaccions amb el món, l’efecte que té la mort quan ens agafa de prop. No he agafat res d’aquesta part, no tinc gaire clar el perquè.
De vegades li surten petits paràgrafs molt meritoris o simplement divertits. L’originalitat no està barallada amb la realitat, o no sempre.
He tomado de C. esta noticia, que podría servir para un relato. Es posible que ni él ni los italianos, se hayan dado cuenta de lo sugestiva que era la historia, por demasiada proximidad. Los argumentos hay que mirarlos a cierta distancia. El de Le rouge et le noir no era nada. Se trata de un hombre de noventa y tres años que murió en Italia. Desde hacia veinte, vivía en vagones de tren. Bajaba de un tren para subir en otro; no hacía otra cosa, y no tenía casa. Había sido diputado de la Asamblea y como tal tenía derecho a un pase para viajar gratis; toda su gran fortuna se había esfumado, lo único que le quedaba era ese pase. Murió en la estación Central de Turín, al hacer un transbordo.

Es posa carregós quan critica un article a El País on es critica la participació española a Guerra del Golf (som al 199o), fa el que era la versió del moment del que ara sería un “¿y Venezuela qué?” criticant que els mateixos que critiquen aquella intervenció no piulen amb les atrocitats de Cuba o Iran. Carrega, i a més a més amb uns arguments terriblement simples, pots estar a favor de la Guerra del Golf i d’anar a lluitar contra Irak, però amb aquests arguments costarà defensar-ho.
Una constat són els actes literaris, variats i excèntrics i sospito que molt avorrits, que li donen per reflexions variades.
Yo creo que a una conferencia un sábado a las 8,30 de la tarde sólo tiene que ir gente con problemas e insatisfecha, o familiares del conferenciante.
A la que yo he dado esta tarde en el Círculo de Bellas Artes han ido cinco amigos y dos docenas de personas que me miraban con lástima. De las dos docenas, yo creí descubrir al menos doce o catorce poetisas locas, de esas que han logrado llegar a los cuarenta y cinco años y a los setenta kilos mirando a los hombres creyendo que siguen teniendo 20 y pesando cuarenta y cinco.
Todo el rato me preguntaba: ¿a quién le interesará lo que pueda yo decir de tipografía, poesía e imprentas?

Un llibre més, el quart de la sèrie, recomanable com els altres, tot i que en aquest ja noto una certa millora. Potser és que ja li trobo el to, podria ser. I ara toca una aturada. Aquests són llibres que un o dos a l’any com a molt, a més a més aquest me l’he pres amb una calma excessiva i el vaig començar el 2019, no sé si aquest 2020 ja em posaré amb el següent. A més a més hi ha un altre problema, el cinqué volum Los caballeros del punto fijo sembla que és introbable (ni a biblioteques) i he de decidir si l’intento trobar com sigui com un completista boig o si salto directament al sisè Las cosas más extrañas. En fi, problemes del primer món.